Haz realidad tu sueño de abrir una academia de clases particulares.

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¿Llevas tiempo soñando con abrir tu propia academia de clases particulares? Pues aquí tienes el empujoncito que necesitabas para lanzarte: en este artículo descubrirás cómo tu sueño puede convertirse en un proyecto bonito, útil y rentable si sabes cómo enfocarlo.

Si lo que buscas es educar, ya sea en apoyo escolar, idiomas, refuerzo universitario o incluso a través de clases creativas como la música o el arte, encontrarás todo lo que necesitas a través de nuestro conocimiento.

La decisión de abrir este negocio es la mejor.

La educación siempre ha sido uno de los pilares de cualquier sociedad, y en nuestro país más aún: las familias siguen apostando fuerte por la formación, tanto reglada como complementaria, y por eso las academias siguen teniendo un hueco muy valioso.

De modo que, si estás buscando razones más allá de las de cumplir tu sueño, aquí te damos varias:

  • Hay una alta demanda de apoyo académico, sobre todo en niveles como la ESO, Bachillerato y preparación para selectividad.
  • El sistema educativo no siempre cubre todas las necesidades del alumnado, y muchas familias buscan un refuerzo
  • También hay muchísima demanda en idiomas, oposiciones, informática o materias técnicas.
  • Las clases personalizadas o en grupos reducidos ofrecen mejores resultados que las clases masificadas de los centros públicos.

¿Qué necesitas para empezar?

Antes de buscar local o comprar pizarras, lo más importante es tener las ideas claras: debes definir qué tipo de academia vas a montar, ya que no es lo mismo una academia de repaso escolar general, que un centro especializado en matemáticas, idiomas o técnicas de estudio. También puedes combinar varias líneas de enseñanza, pero es fundamental tenerlo bien organizado.

Los pasos que te proponemos para empezar son:

  • Define tu propuesta educativa.

¿Qué vas a ofrecer? ¿Para qué niveles? ¿Qué tipo de profesorado necesitas? ¿Vas a impartir tú las clases o vas a contratar a otros profesores?

También es importante decidir si vas a centrarte en clases presenciales, online o ambas.

  • Busca un local adecuado.

Si vas a ofrecer clases presenciales, necesitarás un espacio habilitado: bien ventilado, accesible, con mobiliario funcional, pizarras y buena conexión a internet.  Lo ideal es que esté en una zona bien comunicada, a pie de calle si es posible, y cerca de colegios, institutos o zonas residenciales con familias, ya que inspirará más confianza.

  • Legaliza tu actividad.

Para abrir una academia necesitarás darte de alta como autónomo o constituir una sociedad (dependerá de si trabajas solo o con socios) y también tendrás que cumplir con la normativa de sanidad, seguridad, protección de datos, y todo lo que sea necesario.

Aunque no se exige una titulación específica para abrir una academia, sí deberás demostrar que tus clases son impartidas por profesionales cualificados, sobre todo si vas a trabajar con menores.

El enfoque y el ambiente.

Una academia es mucho más que un simple lugar en el que se imparten clases: es un espacio de confianza, de motivación y de crecimiento. Por eso es importante que la decoración, la forma de enseñar y el trato humano estén alineados con tu filosofía.

¿Quieres una academia seria y enfocada en resultados? ¿O algo más alternativo, que también trabaje las emociones, la autoestima y el aprendizaje positivo? Sea cual sea tu enfoque, asegúrate de que el ambiente lo refleje a través de materiales visuales bonitos, rincones de lectura o detalles decorativos que hagan que tu academia no parezca un aula escolar más, sino un sitio en el que apetezca estar.

La importancia de la publicidad para atraer alumnos.

Si nadie conoce tu academia, de nada servirá todo el esfuerzo y la calidad de tus servicios, y por esa misma razón defendemos que la publicidad no es un simple gasto, sino que significa una inversión necesaria para darte a conocer y llenar tus clases.

Y por desgracia, es en este punto donde muchas personas fallan, ya que se gastan un dineral en el local y los muebles, pero luego no invierten en darse a conocer. Entonces, ¿Dónde puedes anunciarte? Nosotros te proponemos lo siguiente:

  • Redes sociales.

Las redes sociales son tus mejores aliadas. Crea perfiles para tu academia en Instagram, Facebook y TikTok, según el público al que te dirijas. Publica contenido interesante, como consejos de estudio, vídeos breves explicando trucos, horarios, testimonios de alumnos, etc.

Los padres y madres están en Facebook, los alumnos están en Instagram y TikTok ¡Usa todos los canales a tu favor!

  • Herramientas de Google y posicionamiento en la zona.

Aparecer en Google cuando alguien busca “academia en mi ciudad” es lo más importante. Para ello, crea una ficha de Google Business con fotos, reseñas, horarios, servicios y un enlace a tu web o WhatsApp.

Si además trabajas el SEO local (aunque sea con una web sencilla), puedes posicionarte entre los primeros resultados cuando la gente busque clases particulares cerca.

  • Folletos y carteles: la publicidad física siempre funciona.

A día de hoy, los carteles y folletos siguen siendo eficaces, sobre todo si los colocas estratégicamente.

Además, puedes garantizar el éxito si te dedicas a repartirlos por los siguientes lugares:

  • En papelerías.
  • En supermercados de barrio.
  • En portales de edificios residenciales.
  • En bibliotecas o centros culturales.
  • En institutos o centros cívicos (si lo permiten).
  • En cafeterías familiares o panaderías.

El truco está en que el cartel llame la atención, tenga colores llamativos, y sobre todo que incluya un número de WhatsApp para que la gente pueda contactar directamente contigo.

  • Lleva la publicidad aún más allá.

Los folletos y reparto de carteles están genial, pero si puedes invertir una buena cantidad económica en publicidad, no dejes de seguir los consejos de Publigar  sobre el Street marketing, y publica tus anuncios en marquesinas y mupis, te ayudará muchísimo.

  • Usa la técnica del boca a boca.

Si tus primeras familias quedan contentas, ellas mismas se encargarán de recomendarte. Por eso, aunque tengas pocos alumnos al principio, cuídalos como oro, ya que un trato cercano, buenos resultados y comunicación clara con las familias harán que tu academia crezca por sí sola.

Construye y cuida tu marca.

La marca de tu academia es mucho más que un nombre y un logo, es todo lo que transmites, desde el lenguaje que usas en redes hasta el tipo de fotos, los valores que compartes y cómo comunicas.

No hace falta ser una gran empresa para tener una marca potente, basta con ser coherente, cercano y auténtico.

Piensa en:

  • Un nombre fácil de recordar, que suene bien y tenga relación con la educación.
  • Un logotipo limpio, que puedas usar en redes, carteles y merchandising.
  • Una paleta de colores que identifique tu estilo.
  • Usa un tono claro: ¿hablas como un profesor serio, o como un amigo que enseña con humor?

¡Todo esto suma, y mucho!

Precios y gestión económica.

Uno de los temas más delicados: ¿Cuánto cobrar? La respuesta depende del tipo de clase, el nivel, la ubicación y si las haces individuales o grupales. Pero lo importante es que tus precios reflejen el valor que das.

No te infravalores por ser nuevo: puedes ofrecer promociones de apertura, descuentos por familia o packs mensuales, pero nunca pongas precios ridículamente bajos, porque eso no atrae: devalúa.

También deberás gestionar bien la parte económica: control de ingresos, gastos, planificación de materiales, posibles subvenciones y si lo necesitas, contar con un gestor o asesora para ayudarte con el papeleo.

Últimos consejos que debes tener en cuenta.

  • Sigue formándote.

Ser profesor no es solo saber mucho: también es saber enseñar, adaptarse y crecer. Por eso, si vas a abrir una academia, no dejes de formarte. Hay cursos de didáctica, educación emocional, técnicas de estudio, neuroeducación… Todo eso te ayudará a ofrecer clases más eficaces y adaptadas a cada alumno.

Y si vas a tener otros profesores en tu academia, asegúrate de que compartan tu filosofía, sepan conectar con los alumnos y estén en constante evolución.

  • Cuida tu salud mental y emocional.

Emprender un negocio educativo es muy bonito, sí, pero también exige mucha energía y sacrificio. Horas de preparación, atención personalizada, adaptación a cada niño, trato con familias… y lógicamente, todo esto puede desgastar si no te cuidas.

Por eso, organiza bien tus tiempos, descansa, delega cuando puedas y rodéate de personas que te apoyen. Tu bienestar es parte fundamental del éxito de tu academia.

  • Mantente siempre motivado /a.

¡Puedes hacer cualquier cosa si te lo propones! Con una academia de clases podrás dar forma a un espacio de ayuda, crecimiento y motivación para un montón de alumnos que lo necesitan.

No hace falta que empieces con algo enorme, ni con una inversión gigante, lo importante es tener clara tu propuesta, hacer las cosas con mimo y darlo a conocer bien. Si apuestas por una publicidad honesta, cercana y eficaz, verás cómo tu academia empieza a llenarse sola.

Y, sobre todo, no te compares con las grandes franquicias. Tú puedes ofrecer algo que ellas no tienen: pasión real, cercanía, y esa capacidad de adaptarte al alumno como si fuera único.

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