La cirugía oral infantil es una especialidad dentro de la odontología y la cirugía maxilofacial que se enfoca en el diagnóstico y tratamiento quirúrgico de diversas afecciones de la cavidad oral en niños. Esta disciplina tiene como objetivo preservar la salud bucal, corregir problemas que puedan afectar el desarrollo dental y maxilofacial, y mejorar la calidad de vida del niño. Dado que los pacientes pediátricos tienen características anatómicas, fisiológicas y psicológicas únicas, la cirugía oral infantil requiere un enfoque especializado que combine precisión técnica con una atención adaptada a las necesidades de los niños y sus familias.
Entre los aspectos más importantes de la cirugía oral en menores se encuentra la prevención y el tratamiento de las patologías que pueden interferir con el crecimiento y desarrollo de la cavidad oral. Algunas de estas afecciones son específicas de la infancia, como los problemas relacionados con la erupción de los dientes temporales y permanentes. Por ejemplo, en casos donde un diente no erupciona de forma adecuada debido a una obstrucción o una malformación, la cirugía puede ser necesaria para eliminar el obstáculo y permitir el crecimiento normal del diente. Asimismo, se abordan problemas de dientes supernumerarios o malformados que podrían interferir con la correcta alineación dental.
Otra área de actuación es el tratamiento de traumatismos dentales, un problema común en niños debido a su actividad física y juegos. Las lesiones en los dientes, encías o huesos maxilares pueden requerir intervenciones quirúrgicas para reparar el daño, restaurar la funcionalidad y evitar complicaciones posteriores. Por ejemplo, en casos de fracturas dentales graves o avulsión (cuando un diente es expulsado completamente de su alveolo), la cirugía puede ser crucial para preservar el diente o preparar el sitio para futuras restauraciones.
La cirugía oral para los más pequeños de la casa también abarca procedimientos relacionados con infecciones y abscesos dentales. Las infecciones en la cavidad oral de los niños, si no se tratan adecuadamente, pueden propagarse rápidamente y causar complicaciones graves. En algunos casos, la extracción quirúrgica de un diente afectado o el drenaje de un absceso puede ser necesario para eliminar la fuente de la infección y aliviar el dolor del paciente.
Además de tratar problemas de salud, el Dr. Jaime Clavero nos explica que la cirugía oral infantil puede desempeñar un papel clave en la corrección de anomalías congénitas. En este sentido, desde el despacho de la Clínica Dr. Clavero, él nos explica que condiciones como el labio leporino y el paladar hendido, que afectan tanto la apariencia como la funcionalidad de la cavidad oral, requieren intervenciones quirúrgicas complejas y multidisciplinarias desde una edad temprana. Estas cirugías no solo mejoran la capacidad del niño para hablar y comer, sino que también tienen un impacto positivo en su desarrollo emocional y social.
Otro aspecto fundamental es la extracción de dientes temporales o permanentes que pueden causar problemas ortodónticos o funcionales. Por ejemplo, si los dientes temporales no se caen en el momento adecuado, pueden impedir que los permanentes erupcionen correctamente. En estos casos, la intervención quirúrgica puede ser necesaria para garantizar una oclusión adecuada y prevenir problemas ortodónticos más complejos en el futuro.
La planificación y ejecución de la cirugía oral en los más jóvenes requiere una atención cuidadosa a la experiencia emocional del niño. Los cirujanos orales pediátricos deben trabajar en estrecha colaboración con los padres y, en muchos casos, con psicólogos infantiles para garantizar que los procedimientos sean lo menos traumáticos posible. La sedación y la anestesia general son herramientas comúnmente utilizadas para garantizar que el niño esté cómodo y seguro durante la intervención, especialmente en procedimientos más complejos o prolongados.
¿Son habituales las cirugías orales infantiles?
Las cirugías orales infantiles no son extremadamente habituales, pero tampoco son infrecuentes. Su frecuencia depende de varios factores, como la salud bucal general de la población infantil, las medidas preventivas adoptadas por las familias y la detección temprana de problemas dentales o maxilofaciales. Aunque los procedimientos quirúrgicos en niños suelen ser menos comunes que en adultos, ciertas situaciones específicas hacen que este tipo de intervenciones sean necesarias.
En muchos casos, las cirugías orales infantiles se llevan a cabo para resolver problemas relacionados con el desarrollo normal de la cavidad oral. Por ejemplo, la extracción de dientes temporales que no caen en el momento adecuado o la intervención para tratar un diente retenido son procedimientos relativamente comunes en clínicas odontológicas pediátricas. Estas cirugías son necesarias para garantizar que los dientes permanentes puedan erupcionar correctamente y evitar complicaciones ortodónticas.
Otro motivo habitual para recurrir a la cirugía oral en niños es el tratamiento de traumatismos dentales. Los accidentes durante el juego, las actividades deportivas o las caídas son frecuentes en la infancia y pueden provocar lesiones en los dientes, encías o huesos maxilares. En algunos casos, estos daños requieren intervención quirúrgica para restaurar la funcionalidad y la estética dental.
Las infecciones dentales, como los abscesos, son otra razón común para realizar cirugías orales en niños. Aunque las caries y otras infecciones pueden manejarse en sus primeras etapas con tratamientos menos invasivos, si no se tratan a tiempo, pueden evolucionar hasta un punto en el que la extracción del diente afectado o el drenaje quirúrgico del absceso sea necesario.
Asimismo, las cirugías relacionadas con anomalías congénitas, como el labio leporino y el paladar hendido, son frecuentes en la infancia temprana. Estas condiciones requieren una planificación quirúrgica específica desde los primeros años de vida para garantizar que el niño pueda hablar, comer y respirar correctamente. Aunque estas anomalías no son extremadamente comunes, representan un porcentaje significativo de las cirugías orales realizadas en niños.