Mantener la casa caliente y a una buena temperatura es algo esencial para sentirse cómodo en casa. Cuando, además, se tiene familia y esta cuenta con un recién llegado, lograr un hogar confortable para el pequeño, es primordial. Por encima de la comodidad de los adultos, se encuentra la del recién nacido. Lo más común es que las viviendas dispongan de algún sistema de calefacción. Sea caldera de gas o eléctrica, bomba de calor o estufas, las casas deben estar equipadas. Aunque algunas, vienen de serie con un mal sistema de calefacción o carecen de él, huelga decir.
Sin embargo, lo lógico es que las viviendas cuenten con sistemas de climatización de algún tipo. Como sea, puede darse la situación de querer cambiar ese sistema de calefacción por otro más adecuado para los pequeños de la casa, por razones diversas.
Durante los meses más fríos del año, es primordial mantener a los más pequeños protegidos de las bajas temperaturas que acompañan a la época. Los sistemas de calefacción actuales son muchos y cada uno posee unas ventajas o desventajas que cabe tener en cuenta. Cuando hablamos de bebés, hay que considerar un aspecto muy importante, para proteger su delicada salud, es necesario mantener la temperatura adecuada, no solo en su habitación si no en toda la casa. No se trata únicamente de proteger del frío, el calor es por igual un factor a tener en cuenta. Para un bebé no es bueno dormir a seis grados, pero tampoco lo es estar a treinta y seis.
Debemos saber que la mejor temperatura para un bebé es la que se mantiene entre los veintiuno y veinticuatro grados, por el día y, los dieciocho y veinte, durante la noche. Teniendo esto en mente y conociendo los nuevos sistemas de calefacción existentes y de los cuales vamos a hablar a continuación, podemos decidir que sistema de calefacción instalar en la vivienda para obtener todos sus beneficios y procurar la mejor temperatura para el pequeño.
Con ayuda de los expertos en soluciones de eficiencia energética de García Guirado, hemos recabado la información más relevante al respecto para elaborar este post. Veamos en que consisten los actuales y más demandados sistemas de climatización que podemos encontrar en el mercado
Calefacción de aerotermia, eficiencia y confort
El principio en el que se basa la calefacción de aerotermia es el que hace que la energía térmica, sea extraída directamente del aire que hay en el ambiente. Se trata de un sistema que cuenta con un compresor y un equipo hidráulico en el interior. El compresor, se encarga de capturar esa energía del aire y enviarla a la sección hidráulica para que sea transformada en frio o calor.
Mediante este sistema, es posible disponer de agua y aire frío o caliente cuando sea necesario. Al instalar la bomba de calor, se ahorra en otros combustibles como el gas, el gasoil o la factura de la luz, lo que supone un ahorro económico importante. Con un sistema de aerotermia, se puede reducir el consumo de electricidad has en un ochenta por cien cada mes. Si, además, se añaden paneles solares al equipo, el ahorro puede llegar a ser del cien por cien.
Se trata por lo tanto de un sistema de calefacción ideal para las familias con bebés, tanto el ahorro económico como el calor homogéneo que generan, son factores importantes a la hora de tomar una decisión. Sin olvidar que apenas generan ruido ni producen gases nocivos, por lo que son sistemas sostenibles.
Caldera en viviendas con pequeños
Para generar calor, las calderas, requieren del uso de gas metano o propano, electricidad o gasoil. El agua de las mismas necesita de un elemento combustible para calentarse y ser distribuida mediante una bomba hacia los radiadores o el suelo radiante si es el caso.
El funcionamiento de un radiado de agua es muy sencillo de comprender: una vez se calienta el agua mediante un generador o bomba, el agua caliente, circular a través de radiadores o tuberías, recorriendo un circuito cerrado. A su paso por todo el sistema, el agua, se va enfriando por lo que regresa al generador para ser calentada nuevamente y volver a pasar por el circuito.
Su función climatizadora de calor, provee las viviendas de agua caliente sanitaria para el baño, la cocina y funciones de fregado o lavado. A estas instalaciones, se les pueden añadir radiadores en función de las necesidades, por lo que, si la vivienda no dispone de uno en la habitación del bebé, tan solo hay que instalarlo para mantener una temperatura adecuada.
Estufa de pellets
Este tipo de estufas, no requieren de instalación. Se trata de aparatos independientes que funcionan con combustible fabricado con biomasa. En este caso en particular, se trata de pellets de madera comprimida y de poca humedad. Debido al origen natural y ecológico del combustible, se puede decir que se trata de estufas de energía renovable.
El funcionamiento de este tipo de estufas, es muy sencillo. Una vez se enciende, la resistencia eléctrica que lleva en su interior, se calienta y va quemando los pellets, generando un calor agradable y proporcionando a la estancia una temperatura adecuada. La estufa cuenta con un cenicero que se va cargando de pellets que llegan a través de un tornillo sin fin, al tiempo que se ventila la cámara.
Las estufas de pellets, disponen de varios sensores de calor que, al detectar la temperatura alcanzada, saca el calor que se genera a partir de la biomasa, caldeando el ambiente. La temperatura puede ser configurada para que la estancia donde se encuentra, se mantenga de la forma deseada. Puede configurarse con un mando a distancia, en el propio panel de la estufa o desde una aplicación en el teléfono móvil. Algo que resulta muy útil si se instala en una habitación infantil y se quiere calentar antes de que el bebé vaya a ser metido en su cuna.
Una vez que los sensores, detectan que se ha alcanzado la temperatura deseada, la estufa dejará de quemar combustible y reanudará su funcionamiento cuando baje el nivel. El calor que se genera a partir de la biomasa, calienta el aire frio que entra por la parte trasera de la estufa, pasa por el intercambiador y lo expulsa por la parte delantera. Por esta razón, las estufas de pellets denominadas canalizadas, requieren más potencia para impulsar el aire por los canales colocados por la vivienda.
Esta alternativa de calefacción, puede resultar una de las mejores opciones si solo se pretende calentar la vivienda o la habitación, pues entre sus limitaciones, se encuentra la de no ser refrigerante.
Calefacción infrarroja, otra alternativa adecuada
Este tipo de calefacción, es una de las menos conocidas. Consiste en la generación de calor en las superficies de los objetos a través de ondas de infrarrojos. Es decir, no calientan el aire, como otras, si no a los objetos o personas que se encuentren dentro de su radio de acción. Esta considerada como una de las mejores opciones para bebés, sobre todo cuando padecen algún tipo de enfermedad respiratoria.
Entre sus ventajas se puede destacar que se trata de un sistema de calefacción completa y absolutamente, silencioso. No emite ningún tipo de olor desagradable y reduce el consumo eléctrico hasta en un cincuenta por cien, si se compara con los calentadores eléctricos.
Suelos radiantes, el suelo más cálido
Esta alternativa es una muy buena opción. Los suelos radiantes, son la elección para la habitación de un bebé, sobre todo si se busca confort. Las tuberías de este sistema de calefacción, se distribuyen por todo el suelo de la estancia o vivienda, de tal manera que se distribuye el calor de forma uniforme.
Con este tipo de sistema de calefacción, la temperatura se siente de forma homogénea, aunque ligeramente más cálida en los pies y más fresca a medida que sube hacia arriba. Hay que señalar que no elimina demasiado la humedad presente en el aire.
De igual manera que ocurre con otros sistemas de calefacción, los suelos radiantes, poseen una doble función: calefacción y refrigeración. Basta con enfriar o calentar el agua que circula por las tuberías para cambiar la temperatura. En cuanto a su eficiencia energética, va en función del combustible utilizado, aunque si es cierto que consume menos energía que otros equipos de climatización. Pudiendo funcionar indiferentemente con electricidad o energías renovables.
Para los más pequeños de la casa, en su aventura de empezar a gatear y andar por el suelo, un suelo radiante procura el calor necesario para que sus pies no se enfríen. Al repartirse el calor de forma tan homogénea, no notará los cambios de temperatura de una estancia a otra, algo que, para ellos, es muy positivo, debido a que las corrientes, enseguida pueden hacer mella en ellos.
Hasta aquí el repaso por algunos de los sistemas de calefacción mas actuales y que mejores prestaciones ofrecen cuando hay bebés en la vivienda. No podemos decir cual es la mejor de toda, pues cada uno, tiene sus preferencias. Si se trata de una instalación completa o parcial, cada sistema ofrece unas prestaciones a considerar. Lo que si es seguro es que mantendrán a tu bebé, calentito.