La amistad y el amor son dos valores que no podemos olvidar en ninguno de los momentos que componen nuestra vida. Se trata de dos valores que nos van a ayudar a crecer, a desarrollarnos como personas y a continuar viviendo con la felicidad que queremos. Desde luego, es mucho más fácil conseguirlo a través de estas dos cosas que a través del odio o de la venganza. Bien haríamos en ser plenamente conscientes de ello puesto que todavía hay demasiados rencores y odio en este mundo. Tenemos que hacer lo posible por eliminarlos y confiar en el respeto y el amor como valores primordiales del ser humano.
Hay una representación que define perfectamente lo que es el amor para nosotros. Hablamos de ese cariño que tiene una mascota hacia sus dueños, especialmente cuando estos son niños. La conexión que existe entre ellos es muy grande, hay un vínculo que nadie puede romper y que, desde luego, implica un respeto mutuo y unas ganas muy grandes de compartir tiempo juntos. La verdad es que este tipo de cariño es un ejemplo muy grande de lo que debería ser el amor y no nos cansaremos nunca de decirlo. Hay pocos ejemplos de un cariño tan sincero y tan desinteresado.
Es difícil encontrar un momento en el que, dentro de casa, un niño no esté al lado de su mascota o al revés. Ambos se necesitan, ambos requieren de ese calor mutuo que se proporcionan y que, de alguna manera, les ayuda a hacer de su día algo más especial. Cuando uno se encuentra sin el otro, siempre siente que le falta algo, que necesita una pieza para terminar de sacar su alegría. Lo notamos en los niños, que están ansiosos por llegar a casa para saludar a su mascota, y también se nota en esos animales que les están esperando justo detrás de la puerta de entrada a la vivienda.
Una noticia publicada en la página web de Guía Infantil indicaba que las mascotas son las mejores amigas de los niños y que las primeras enseñan una serie de cosas a los más pequeños que les van a ser de gran utilidad a lo largo de su vida. Fijaos en algunas de las que se apuntan:
- Una mascota le enseña al niño lo que es el afecto.
- Hace que el o la menor desarrolle un sentido de la responsabilidad, puesto que por muy pequeñas que sean, las personas son conscientes de que es el animal el que depende de ellas.
- También se potencia la sensibilidad del niño o niña.
Hay que tener en cuenta una cosa para comprender por qué un peque puede alegrarse más al ver a su mascota que al resto de su familia. Los padres, las madres o los hermanos y hermanas pueden ordenarle a ese niño que haga algo, aunque no le guste. La mascota nunca lo va a hacer, siempre va a ser ella quien reciba la orden y no al revés. Los más pequeños y pequeñas ven en esta una gran ventaja que ayuda a que la relación de afecto y cariño que tienen con sus mascotas sea tan grande. Obviamente, esto no quiere decir que el niño no quiera a sus padres, madres, hermanos y hermanas, pero ese cariño lo muestra de una manera diferente y lo seguirá mostrando conforme pasen los años.
Tiene una noticia que fue publicada en la página web del Ideal se comentaba que un estudio había concluido que las mascotas son mejores amigas para los niños que sus propios hermanos, en referencia a lo que hemos comentado en el párrafo anterior. Esa es una sensación, porque a la familia humana, como es obvio, también se le tiene un amor tremendo. Pero sí que es verdad que puede llegar a considerarse a una mascota como una más de la familia y quererla por igual que a cualquier persona. De hecho, si habéis empezado a leer este artículo es porque alguna vez habréis tenido una sensación similar, ¿o no?
Teniendo en cuenta todo lo que hemos indicado hasta ahora, llega el momento de hacernos una pregunta que todos los años nos terminamos haciendo: ¿Qué hacemos con nuestras mascotas cuando llegan las vacaciones? Se trata de uno de los interrogantes para los cuales nosotros siempre tenemos un consejo: os tenéis que llevar a vuestras mascotas de vacaciones, aunque sea al extranjero. Si contáis, además, con algún niño o niña pequeña en casa, es todavía más recomendable que lo hagáis. La mascota y el menor tienen una relación afectiva muy fuerte y separarlos no es la mejor opción para que se disfrute al máximo de las vacaciones.
Cada vez más gente se lleva sus mascotas de vacaciones… y ese número ha crecido especialmente entre todas aquellas personas que cuentan con menores en casa. Es una noticia que nos han transmitido desde Animales por Avión y que nosotros no podemos parar de celebrar. Siempre es una idea estupenda que mantengamos ese contacto con nuestros animales incluso cuando viajamos al extranjero. Es una manera de disfrutar al máximo de lo que uno le puede aportar al otro y de no sentir la tristeza que va asociada al hecho de echarnos de menos. Para un niño, tener contacto con su mascota de manera permanente es una razón más que de sobra para ser feliz. Y, al revés, igual.
Los perros, los más fáciles para llevar con nosotros
De entre todos los tipos de mascotas que existen, es el perro el que otorga una mayor cantidad de facilidades para ser transportado junto a otros al destino que hayamos elegido para nuestras vacaciones. Es un animal dócil y que siempre nos va a mostrar cariño, así que siempre va a ser fácil que nos acompañe a lo largo de nuestras vacaciones y que de este modo nos permita disfrutar al máximo de esos momentos de descanso que nuestra familia y mascotas merecen que les dediquemos. Es un verdadero placer que así sea, os lo podemos asegurar. Si nunca lo habéis probado, hacedlo.
Hay otro tipo de mascotas que, aunque quizá no muestren el mismo cariño que los perros, también merecen disfrutar de las vacaciones de sus dueños. Los gatos son los mejores ejemplos de ello. Aunque es verdad que no suelen mostrar la misma afinidad por sus dueños que los perros, también son mascotas que pueden tener un contacto muy cercano con las personas y contribuir a que exista esa relación de cariño a la que venimos haciendo referencia a lo largo de todos estos párrafos. E incluso las aves pueden conseguir esto que estamos comentando. Las ninfas son uno de los mejores ejemplos para ello. Se está poniendo de moda tener una de ellas como mascota y la verdad es que quien la tiene manifiesta que le coge cariño de inmediato, tanto como para llevarla también de vacaciones junto a ellos.
Un recuerdo de por vida
Llevar a nuestra mascota de vacaciones es una idea que siempre os vamos a recomendar desde aquí y que os va a dejar un recuerdo que va a permanecer en vuestra mente durante el resto de vuestra vida. Por desgracia, la vida de nuestras mascotas no es tan amplia como la nuestra. Nosotros vamos a seguir aquí cuando ellas no estén y probablemente tengamos varias mascotas a lo largo de nuestra vida. Tener la oportunidad de viajar junto a ellas es una manera de generar esos recuerdos que van a permitir que permanezcan en nuestra memoria de una manera bastante intensa durante los años que nos queden. Hay que intentar que no les falte de nada en vida, pero también debemos intentar que su recuerdo no se desvanezca en ningún momento cuando ya no estén.
Una mascota nos hace felices y nosotros tenemos la capacidad y la oportunidad de conseguir que ellas también sean felices. Todo el mundo gana cuando decidimos adoptar cualquier animal, y la verdad es que la satisfacción que siente el ser humano cuando lo hace es inmensa. En el caso que atañe a los niños, como ya hemos visto anteriormente, esta puede ser una gran ventaja en materia educativa, así que no hay excusas para no intentarlo. No podemos renunciar a una oportunidad como la que nos puede brindar el hecho de tener una mascota. Aunque es cierto que conlleva una responsabilidad, los beneficios que ello implica son muchísimos y compensan cualquier esfuerzo.
Debemos estar siendo conscientes de todo lo que os hemos comentado en el interior de nuestras fronteras porque no para de crecer el número de familias que han adoptado una mascota en los últimos años. Debemos seguir por este camino. Es el justo. Es el ideal para todos. Es una manera de poder agrandar nuestra familia y poder estrechar lazos ya no solo entre la mascota y los humanos, sino entre los humanos mismos. ¿Cuánto valor le otorgamos a eso? Desde nuestro punto de vista, hay pocas cosas en la vida que tengan una importancia más grande que eso.