Cuando la sensibilidad es extrema

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp

Una cualidad intrínsecamente ligada a los seres humanos es la capacidad de sentir emociones. La medida en la que cada persona las siente, se conoce como la sensibilidad. Cada individuo presenta una sensibilidad particular en función de sus rasgos de personalidad, carácter o vivencias personales. Es decir, ninguno sentimos la misma emoción ni con la misma intensidad ante una misma circunstancia. Podemos por lo tanto, encontrar a personas más o menos sensibles sin que eso indique nada. Sin embargo, algunas personas poseen una sensibilidad tan grande ante las situaciones que sus emociones siempre están a flor de piel. A estas personas se las conoce como PAS (personas altamente sensibles) o NAS (niños altamente sensibles).

Desde CPSUR, centro de psicología especializado en todo tipo de problemas relacionados con la psicología y las emociones, nos han hablado de este tipo de personas. Es fundamental entender que este rasgo de la personalidad existe y para muchas personas, implica mucho sufrimiento, por lo que es necesario estar informado o informada de todo lo relacionado con esta sensibilidad extrema y como es mejor abordarlo para evitar que, sobre todo los más pequeños, se sientan incomprendidos.

Hay que señalar que la alta sensibilidad no es ningún tipo de trastorno psicológico o mental, ni constituye una enfermedad. Se trata de un rasgo más de la personalidad que hace que las personas que lo tienen, se emocionen y preocupen de manera excesiva y se agobien más que las personas con una sensibilidad menor, frente al ruido, las luces e incluso los olores fuertes.

Si tenemos en cuenta que los niños son sensibles por naturaleza, puede resultar más complicado identificar esa mayor sensibilidad. No obstante, si como padre o madre, se percibe que un niño es algo más sensible que los demás, pues se emociona o da demasiadas vueltas a las cosas, preocupándose en exceso de los demás y se agobia ante el ruido, las luces y los olores intensos, es posible que se trate de un niño NAS. Este rasgo que marca y define su temperamento, hace que sus vivencias y emociones las sientan de manera más intensa, a la vez que procesan la información del entorno de forma más profunda reparando en las emociones que les generan.

Como es un niño o niña NAS

Los niños y niñas con alta sensibilidad, nacen con un sistema nervioso particular que les hace sentir y pensar de manera peculiar, se emocionan más fácilmente y con mayor intensidad que el resto y suelen manifestar dicha sensibilidad en su comportamiento. Consiste en rasgo innato del temperamento que los profesionales de la psicología denominan Rasgo de la Alta Sensibilidad. Concepto que se estudia desde los años noventa.

Estos niños especialmente sensibles, perciben los estímulos de una forma mucho más intensa que el resto, al tiempo que procesan más información ante situaciones nuevas. Para estos niños, tanto generar como percibir tal cantidad de estímulos en cortos tiempos de reacción, conlleva un mayor estrés para ellos que para el resto de sus iguales. Debido a esto, se puede decir que un niño altamente sensible, se siente más fácilmente sobre estimulado.

Un NAS siente y se emociona más que los demás, siendo consciente de las pequeñas sutilezas que ofrece el entorno desde edad más temprana, siendo incluso más reactivos al afecto y los sentimientos de otras personas. Este conjunto de factores, componen el citado rasgo que caracteriza a los niños altamente sensibles. En pocas palabras, los NAS, nacen con unas determinadas características que van a influir y determinar su personalidad acompañándole a lo largo de su vida, definiendo su forma de ser. Las características de los niños altamente sensibles, se relacionan con su particular forma de percibir el mundo y, por consiguiente, su manera de sentir y actuar frente a las diferentes situaciones que les plantea la vida.

Su comportamiento puede poner su alta sensibilidad de manifiesto en contextos sociales como la relación con otros niños. Sobre todo en las primeras interacciones como asistir a un nuevo colegio o hacer amigos en otro entorno, donde pueden mostrarse más tímidos o retraídos que el resto de niños, mientras que en otro tipo de situaciones sociales en las que se sienten seguros y confiados, pueden ser los que marquen el ritmo.

Dentro del entorno escolar, en las clases, manifiestan su alta sensibilidad en el momento en que deben prestar atención o expresarse. Pueden parecer dispersos cuando lo que les sucede es que se encuentran felices dentro de su juego imaginativo propio.

Algunos detalles que pueden alertar a los padres de que su hijo es NAS, pueden ser las molestias ante algunos tejidos, no soportar los ruidos o algunos olores, tener dificultad para dormirse tras un día ajetreado…

Pese a lo que pueda parecer, no todo son aspectos negativos en los niños altamente sensibles, pues se trata de niños muy despiertos, creativos y emocionalmente contagiosos que pueden llegar a comportarse de forma muy perfeccionista. En según qué ocasiones, su alta capacidad a la hora de sentir es lo que llama más la atención. Esta capacidad, se demuestra con preguntas curiosas que les hacen parecer más mayores de lo que son. Siendo las personas cercanas las que más se asombran, planteándose si se trata de niños con la inteligencia más desarrollada.

Cosas de NAS

La experiencia permite recordar aquellas situaciones que nos generan o provoca algún tipo de emoción intensa, sea positiva o negativa. Si preguntamos a un niño altamente sensible respecto a su último cumpleaños, lo que recordará serán los detalles que más le hayan sorprendido, pues la sorpresa constituye una emoción intensa, mientras que obviará u olvidará los aspectos más irrelevantes.

Los niños, desde su nacimiento, se encuentran inmersos en un contexto social, la familia, el colegio, las actividades extraescolares y todo aquello que compone la vida, razón por la que se desarrolla la empatía. Como tal, la empatía es la que permite al niño reconocer como se siente a nivel emocional la otra persona. Los NAS, tienen por naturaleza una predisposición mayor a desarrollar esa empatía, como si su cerebro ya estuviera preparado para ello, si lo sumamos al hecho de crecer en un entorno social, se obtiene como resultado la manifestación de las conductas propias de dicha capacidad.

Cuando se dice que un NAS se encuentra sobre estimulado, se habla de una excitabilidad emocional que se manifiesta con una excitación conductual. Los pequeños suelen mostrarse muy excitados después de un día extenuante, sobre todo cuando han disfrutado de muchas y variadas actividades, donde el ruido, las luces y las dinámicas efectuadas, conllevan un alto desgaste energético. Si además nos encontramos con un NAS que percibe los estímulos, procesa la información y siente de forma mucho más intensa, esa excitación se multiplica hasta el punto de quedar agotados física y emocionalmente.

En otras palabras, los NAS, son más propensos a la sobre estimulación a causa de la atención que prestan ante los estímulos nuevos y su manera de procesar la información. Es frecuente que en las ciudades, donde las prisas, las aglomeraciones o las apretadas agendas escolares, los NAS, sientan mayor agobio que el resto de los niños de su edad.

También hemos hecho alusión a que los NAS procesan la información de forma peculiar. En las zonas del cerebro encargadas de los aspectos más complejos y responsables de los detalles, los NAS tienen mayor actividad, siendo mayor la profundidad para procesar la información. Esto conlleva una tendencia a reflexionar de manera inconsciente y tener pensamientos más profundos e intensos sobre los estímulos. Es decir, el sistema nervioso de estos niños, procesa la información haciendo un balance de demasiadas alternativas.

Esta forma de pensar hace que el niño requiera de mayor tiempo de acción en muchas ocasiones, algo que condiciona al niño altamente sensible, debido a las diversas ideas que influyen en el proceso de reacción correspondiente.

De forma ocasional, es posible que se de una lentitud al reaccionar o parecer que el menor, reta al adulto. Puede darse dificultad a la hora de tomar decisiones o aparentar timidez a la hora de actuar, cuando solo se encuentra valorando opciones.

Para los profesionales que se especializan en niños altamente sensibles, la preocupación reside en las etiquetas y en como estas, condicionan de forma negativa el desarrollo del menor. También son conscientes de que poner nombre a un perfil determinado, puede ayudar a solucionar las dificultades actuales y futuras. Su mayor preocupación es la de lograr un mejor desarrollo social, emocional e intelectual del menor. Por estas razones, se trata de los profesionales más adecuados para decidir, en consenso con los familiares, cuando se necesita un diagnóstico.

La labor fundamental de los profesionales, es proteger tanto a las familias como a los niños de los posibles diagnósticos erróneos o realizados por personal no cualificado. Estos profesionales, deben preocuparse por dar a conocer la existencia de los NAS desde el aspecto más científico del rasgo.

Para concluir, señalar que algunas de las conductas que caracterizan a los niños altamente sensibles, pueden confundirse con los síntomas de algunos trastornos infantiles, por lo que es fundamental, no errar en el diagnóstico y prestar mucha atención a las conductas de los niños.

Scroll al inicio