El queso se ofrece en amplias variedades, cada uno con sus características en textura, cremosidad o intensidad. Por lo tanto, es fácil pensar que no es lo mismo cortar y servir un queso manchego o un pecorino, de uno más blando y fresco, como una mozzarella o un queso de cabra.
Los expertos en queso manchego Adiano, nos dan las claves para cortar y servir correctamente cada tipo de queso que existe.
1. Elegir el cuchillo adecuado para cada tipo de queso
Existen diversos tipos de cuchillos, cada uno con sus características adecuadas para cortar a la perfección el queso al que está destinado.
Aquí te explicaremos qué cuchillo para queso es el adecuado para cada queso. Por supuesto, también se pueden utilizar cuchillos normales, pero con el cuchillo adecuado, por supuesto, el queso se puede cortar mejor.
- Cuchillo quesero para queso blando: Los quesos blandos como el Brie o el Camembert son blandos por dentro y pueden pegarse rápidamente al cuchillo. Para ayudarte a cortar el queso limpiamente sin aplastar su delicioso interior, puedes utilizar un cuchillo de hoja recta muy fina o un cuchillo para queso con agujeros. Si no tienes un cuchillo para queso a mano, puedes sumergir un cuchillo de chef afilado en agua caliente, limpiarlo y cortarlo.
- Cuchillo / cortadora de queso: Los cuchillos tipo cortadoras de queso, como todos las conocemos, se utilizan, por supuesto, para cortar incluso lonchas de queso duro o semiduro.
- Cuchillos o espátulas para queso duro y sólido: Las cuchillas para queso o espátulas para queso son ideales para cortar queso duro y queso firme, tanto en triángulos como en trozos.
- Tenedores de queso: Se puede utilizar un tenedor para queso para sujetar un trozo de queso en su lugar mientras se corta. También es muy adecuado si quieres partir queso duro o curado en trozos más pequeños.
Cuchillos de queso para servir: Al servir el queso, asegúrate de incluir un cuchillo para queso para cada uno de los diferentes tipos de queso que se vayan a servir. Es mejor pedirles a los invitados que solo usen los cuchillos para queso para un queso a la vez para que los sabores no se mezclen.
2. Cortar el queso correctamente
El queso consta de varias capas de sabor. Esto permite que el sabor varíe dependiendo de cómo cortes el queso. Para que puedas disfrutar de todos los matices de sabor, debes prestar atención a la correcta técnica de corte.
- Cómo cortar correctamente el queso redondo: Coloca el queso en la tabla de cortar y córtalo por la mitad. Luego corta cada mitad por la mitad hasta que los trozos tengan el número y tamaño deseado. Para garantizar que los tamaños de las porciones sean uniformes, corta siempre triángulos del mismo tamaño, tal como cortarías un pastel.
- Cómo cortar correctamente el queso en bloques: Si quieres cortar un bloque de queso, no debes cortar los trozos demasiado finos porque el queso se secará más rápido y además será más difícil de cortar. En su lugar, corta trozos iguales a lo largo. Luego, antes de servir, corta los trozos horizontalmente para hacer porciones más pequeñas. También puedes rallar el queso con un rallador para aderezos o platos calientes.
- Cómo cortar correctamente el queso triangular: Existen diferentes formas de cortar queso triangular. En los quesos blandos más pequeños, el corazón suele ser la parte más madura. Y deberías compartirlo cuando tengas invitados. Después de cortar el queso en triángulos, corta la punta y corta los trozos a lo largo comenzando desde el extremo posterior y avanzando hasta donde cortaste la punta. También puedes cortar el triángulo sin cortar la punta. Corta el triángulo a medida como en la primera opción, pero sin cortar la punta. Los triángulos más grandes deben cortarse en trozos más pequeños y uniformes. Para ello, coloca la pieza triangular de lado. Comienza cortando la punta en diagonal hacia el extremo posterior y divide la parte restante por la mitad. Continúa haciendo esto hasta llegar al final o tener suficientes piezas.
¿Es comestible la corteza del queso?
Justo antes de servir el queso, debes decidir si es necesario comer la corteza o dejarla en el plato. La corteza es una cubierta natural exterior que se crea durante el proceso de maduración. La corteza suele ser comestible y realza el sabor del queso en su conjunto.
En el caso de quesos como el parmesano, la corteza natural suele ser demasiado dura para comer, pero es maravillosa para la elaboración de caldos o salsas. Si los quesos tienen una corteza más blanda, como el Camembert o el Brie, puedes comer la corteza.
La corteza del queso se crea cuando el refinador rocía el queso crudo con un hongo parecido a la levadura, de modo que con el tiempo se forma una piel suave alrededor del exterior del queso. Si, en cambio, el refinador lava el queso con salmuera o alcohol, se crea una corteza lavada. Las bacterias pueden desarrollar el color y el olor únicos en el exterior del queso y la consistencia suave en el interior. Los quesos de corteza lavada existen en diferentes variedades: algunos cremosos, otros duros como el cheddar.
En última instancia, debes decidir si quieres comerte la corteza. Si todavía tienes dudas al respecto, prueba con un pequeño trozo de queso de corteza y comprueba si te gusta.
3. El tamaño de porción correcto y su presentación
Aquí encontrarás algunos consejos sobre el tamaño de la ración de queso por persona según la ocasión.
¿Estás organizando una cena o solo vienen algunos amigos a tomar un refrigerio? El tamaño de la ración de queso varía según la ocasión.
A continuación se ofrecen algunos consejos sobre el tamaño de las porciones:
Plato o tabla de quesos como principal o único
Cuando sirves queso como plato principal, las opciones son infinitas. Por lo general, no debes limitarte a ofrecer queso como aperitivo o postre. Adorna creativamente y sirve a tus invitados una variedad de panes, galletas saladas, carnes, pasas, uvas, mieles, mermeladas, patés y quesos si el plato de queso es el plato principal. Dale sabor a tu cena ofreciendo un queso que la mayoría de tus invitados normalmente no comerían. Podría tratarse, por ejemplo, de un Danbo o de un queso de corteza lavada.
Si quieres algo un poco más tradicional, el queso puede seguir siendo el principal atractivo de Manchego u otro tipo de queso local o nacional (en aceite, picón, ahumado, en salmuera, tupí, acehúche, tronchón, etc. Combinado con carne ahumada en un paté, el queso forma parte de un plato maravilloso y una experiencia deliciosa.
Si sirve una tabla de quesos como plato aparte, recomendamos 200-250 g por persona.
Plato o tabla de quesos como primer plato o entrante
Si sirve una tabla de quesos para el almuerzo, recomendamos entre 75 y 125 g de queso por persona, y con las mismas indicaciones mostradas en el punto anterior.
Plato tabla de quesos como aperitivo
Una tabla de quesos también es una excelente manera de estimular el paladar antes del plato principal. Esta es la manera perfecta de impresionar a tus invitados desde el principio. Elige quesos blandos y duros y sírvelos con cecina y galletas saladas. De esta forma podrás aportar una gran variedad de texturas y sabores a tu plato. Con un Danablu, Brie, Manchego y Parmesano tienes buenas opciones y convencerás incluso a los comensales más exigentes. Un aperitivo no debe saciar a tus invitados bajo ningún concepto, así que ten cuidado de no servir demasiado.
Si sirves una tabla de quesos en una cena, recomendamos entre 25 y 50 g de queso por persona.
Plato o tabla de quesos como postre
Si ofreces a tus invitados a una tabla de quesos como postre, podrán terminar el vino restante del plato principal y puedes estar seguro de que no se irán a casa con hambre. Selecciona algunos de tus quesos favoritos y guarniciones a juego y simplemente coloca todo en una tabla de cortar o en una fuente para servir. Es recomendable añadir fruta como uvas, así como frutos secos, pasas, mermeladas y mieles para acompañar.
Si sirves queso como postre, recomendamos 50-75 g por persona.
Para una comida completa, prevee entre 600 y 800 g de comida por persona, incluido el pan. Así que si empiezas con un entrante potente, debes continuar con un plato principal más ligero y un postre más ligero para llegar a 600-800g en total.
Consejo general para crear una tabla de quesos variada
Deja que tu imaginación vuele. Hazlo como más te guste. Sin embargo, sigue las siguientes reglas básicas:
- Sirve un número impar de quesos: 3, 5 o 7.
- Varía los diferentes tipos de queso como se indicó anteriormente.
- Saca el queso del frigorífico con al menos una hora de antelación para que alcance la temperatura ambiente. Eso sí, asegúrate de que no esté al sol ni cerca de una fuente de calor.
- Precorta una pequeña parte del queso: Esto invita a tus invitados a tomar un trozo y/o cortar un poco ellos mismos.
- Varía la forma: corte el queso en diferentes formas, como rodajas, cubos y triángulos.
- Agrega sabrosas guarniciones como: fruta (de temporada), mermelada de higos, aceitunas, miel, frutos secos diversos, embutidos secos, galletas saladas, colines, regañás o pan de dátiles.
- Presentar el queso en una bonita tabla.
- Por último, pero no menos importante: sirve a cada queso su propio cuchillo adecuado para evitar la contaminación cruzada y no afectar el sabor.